La Vertiente Artiguista es una fuerza política integrante del Frente Amplio. Nacida en 1989 con la vocación de aportar al fortalecimiento y crecimiento de las fuerzas progresistas, para lograr el objetivo colectivo de transformar el Uruguay transitando el camino del desarrollo económico con justicia social, garantizando igualdad de oportunidades para el pleno disfrute de los derechos de nuestra gente, de todos y todas respestando su diversidad, profundizando la democracia y la soberanía nacional. En ese sentido trabajamos para concretar un nuevo impulso a las transformaciones iniciadas con los gobiernos del Frente Amplio.
Promovemos ideas, valores y una sensibilidad progresista solidaria y abierta. La promoción de la igualdad de género, la cultura, los derechos humanos, la paz, la solidaridad social. El compromiso con la lucha contra la desigualdad, la exclusión social, contra el racismo, la homofobia y todo tipo de discriminación; contra la violencia doméstica, la hipocresía y los enfoques irresponsables en relación al problema del aborto. Impulsamos el cuidado del medio ambiente, así como la actitud coherente y ética en lo público y lo privado, que en base a estos valores posibiliten la mejor convivencia entre los seres humanos, y de los seres humanos con la naturaleza. Nos preocupamos por mejorar la calidad de vida de las personas, pero también las formas de relacionamiento entre las personas en la sociedad que compartimos.
Nacimos a la vida política proponiendo la “modernización solidaria” del país, bajo la consigna “porque hay otra manera de hacer política” convencidos de ello. Somos radicalmente contrarios a toda forma de demagogia, clientelismo, individualismo, personalismo y corrupción, en una actividad como la política que, como ninguna, debe estar al servicio del conjunto de la comunidad. Ética y Política son para nosotros dos caras indivisibles de una misma moneda.
Sostenemos que se ha realizado una importante obra en estos años de administración progresista que ha transformado positivamente al país, pero creemos aún resta mucho por hacer. Por ello, nuestro principal compromiso hoy es trabajar intensamente por la consolidación y profundización de los cambios realizados con un cuarto gobierno del Frente Amplio 2020-2025, a partir de un nuevo triunfo electoral. Continuar construyendo futuro y evitar el retorno al pasado que representan los Partidos Tradicionales es para nosotros una prioridad nacional.
Hemos tratado de decir lo que pensamos y hacer lo que decimos, apostando a un estilo de trabajo desacartonado, franco y alejado de la política tradicional, lo que ha quedado de manifiesto también en nuestras campañas electorales de ayer y de hoy en la que invitamos a votar con alegria por lo que hicimos y por lo que vamos hacer.
La Vertiente es un equipo de compañeras y compañeros profundamente frenteamplista, comprometidos con el impulso del desarrollo innovador y solidario del país en beneficio de nuestra gente; identificado con la sensibilidad, forma de hacer política y estilo de gobierno de nuestro compañero, arquitecto Mariano Arana, candidato a instancias del General Liber Seregni, Intendente de Montevideo (1995-2005), fundador de nuestra fuerza política, y del profesor Enrique Rubio, considerado de los principales referentes del pensamiento progresista contemporáneo, destacado dirigente político y responsable de las políticas de planificación y desarrollo del primer gobierno del Frente Amplio. Su impronta de apuesta permanente al estilo de trabajo colectivo, junto a las distintas vertientes que contribuyeron a conformar nuestra fuerza política, han permitido desarrollar y consolidar un grupo humano de militantes políticos y sociales, técnicos y parlamentarios, con una especial apuesta a la renovación generacional que asigna a los jóvenes un rol fundamental en el desarrollo del nuevo proyecto de país que entre todos y todas podemos hacer realidad.
Desde 1989 hemos estado en la oposición de las políticas implementadas por los partidos tradicionales, Colorado y Nacional, por los niveles de deterioro económico y fractura del entramado social, cultural y afectivo generados en el país desde mediados del siglo XX, convencidos firmemente que el Uruguay necesitaba un cambio de políticas y de políticos, desplazando a las viejas dinastías de la conducción del país. Pero lo hicimos con actitud constructiva, aportando propuestas alternativas a nivel parlamentario y de gobierno ante todo lo que hemos criticado.
Con la misma vocación aportamos en los gobiernos del Frente Amplio asumiendo responsabilidades a nivel de la gestión y en la sociedad.
El país superó la crisis económica e ingresó en una fase de crecimiento económico sin precedentes. Se desarrollaron políticas sociales inclusivas y solidarias que redujeron significativamente los niveles de pobreza, indigencia y el desempleo, de las cuales se destacan los Planes de Emergencia, Equidad, Sistema Nacional Integrado de Salud, el Sistema de Cuidados, y el plan Ceibal que otorgó una computadora personal a cada escolar del país. Se iniciaron importantes Reformas estructurales, se procesó un avance en la legislación social y garantía de derechos sin precedentes. Se demostró que era posible el crecimiento económico, sostenido durante todo el período de los gobiernos del Frente Amplio, con equidad mediante la articulación de políticas de desarrollo con distribución del ingreso. Se transformó la matriz energética del país en favor de las energías renovables, y su infraestructura de telecomunicaciones colocando a Uruguay a la vanguardia del continente en innovación e inclusión digital, garantizando el acceso a internet de calidad a la población.
Es tiempo de implementar una nueva generación de reformas que nos permitan concretar juntos un nuevo impulso progresista en el Uruguay.
Estamos comprometidos con la renovación de la izquierda, en lo político e ideológico, y en la elaboración programática de un proyecto de país solidario, moderno y sustentable. Creemos que otro mundo es posible, y que debemos concertar esfuerzos con todos aquellos que en este principio de siglo globalizado, trabajan por un mundo basado en las paz, el respeto de la soberanía de los pueblos, la diversidad cultural, los derechos humanos, y la predominancia de la cooperación económica entre las naciones y países. Apostando decididamente a la integración.
Junto a las variadas vertientes de la izquierda, del pensamiento progresista clásico y moderno, interpretado desde una en forma independiente, reivindicamos la vigencia del legado histórico del artiguismo y lo esencial de su programa como referente de nuestra accionar político.
El artiguismo fue en esencia, un movimiento anticolonial, liberador, nacional; promotor de la integración regional latinoamericana basada en el respeto de la autodeterminación de los pueblos. Liberal, republicano, radicalmente democrático y popular en lo político. Creador de un programa revolucionario para su tiempo, de justicia en lo social y desarrollo productivo en lo económico. Defensor radical del componente ético en la práctica política, así como del protagonismo ciudadano. La difusión y reivindicación de sus postulados que aún mantienen vigencia, enriquecen el contenido de nuestra propuesta política y constituyen un elemento distintivo de nuestra identidad.
Consideramos que la unidad de las fuerzas que impulsamos el cambio es un elemento fundamental que ha distinguido al movimiento social y a la izquierda uruguaya, en el continente y el mundo. El Frente Amplio constituye en lo político, la máxima expresión de la unidad de la izquierda nacional. Como coalición de sectores con diversas concepciones ideológicas, y movimiento de ciudadanos y ciudadanas independientes que comparten un programa común de transformación nacional, el Frente Amplio constituye una valiosa experiencia de unidad en la diversidad de las izquierdas. La actitud unitaria, contraria a cualquier forma de sectarismo, constituye un pilar fundamental de nuestra identidad.
De igual modo valoramos la amplitud y voluntad de concertación de alianzas sociales que permitan aunar esfuerzos a los que piensan igual. Valoramos el aporte a la identidad y al progresismo en el país de lo mejor de los partidos tradicionales, expresado en los exponentes y corrientes progresistas que han convivido en su interior durante el curso de su historia junto a las expresiones netamente conservadoras que finalmente prevalecieron en ellos.